El restaurante madrileño Rocacho, asador que ofrece una gastronomía sin artificios, se ha convertido en uno de los últimos proyectos de interiorismo del estudio Cuarto Interior.
“El cliente quería darle una vuelta al concepto asador, darle un toque elegante pero manteniendo su esencia”, explica Mildred Mancilla, directora de este nuevo proyecto integral de Cuarto Interior, el estudio de arquitectura de interiores liderado por German Álvarez (director creativo) y José Manuel Fernández (director ejecutivo).
El elemento icónico del proyecto es una gran roca central o rocacho (de piedra finita) y el fuego de las brasas. Un cristal permite ver desde la zona de comensales la parrilla donde se cocinan los alimentos. La barra de bar también ha sido revestida con esta piedra natural y en la parte inferior se han colocado puntos de luz para potenciar su rugosidad.
El cobre es un material noble y lujoso que aporta elegancia, aunque como el resto de materiales, es un cobre con pátina, sin pulir demasiado para conseguir ese aspecto rural. Este lo encontramos en las lámparas (de la marca Pols Potten) y en unos pilares retroiluminados con revestimiento deployé color cobre.
Como viene siendo habitual, Cuarto Interior vuelve a firmar el proyecto creando piezas de mobiliario exclusivas. Las bancadas, las sillas y los taburetes de la zona de la barra (una versión más alta de las sillas) han sido diseñadas a medida con los mejores materiales y tapices. También se ha diseñado el botellero de la barra, una cuadricula con cubos de madera que hace un estético juego de luces.
Al contrario que en la mayoría de asadores, la iluminación ha sido muy estudiada para crear un ambiente elegante, cálido y acogedor. Para ello se ha dirigido puntos de luz a las mesas y a algunos de los materiales para resaltar su textura.