Heineken España ha desarrollado junto al Laboratorio de Neurotecnologías Inmersivas del Instituto I3B de la Universitat Politècnica de València (UPV) el primer grifo de cerveza digital e interactivo, iBeer. Un revolucionario dispositivo que convierte el momento de pedir una caña en una experiencia completamente única y abre nuevas vías de comunicación entre el consumidor, el hostelero y la marca, gracias a la tecnología.
iBeer es una pionera columna digital diseñada en el marco de la Cátedra de Neuromarketing HEINEKEN de la UPV, que nace en respuesta alas últimas tendencias en comportamiento del consumidor: su interés por querer conocer cada vez más y mejor los productos que consume; y la experiencia en el punto de venta, un valor cada vez más importante para el cliente, que está llamado a revolucionar el sector del gran consumo en los próximos años.
Entre sus ventajas más destacadas de cara al hostelero, el dispositivo proporciona información relevante sobre sus clientes y el consumo de cerveza realizado, con datos como la media de cañas tiradas o los horarios con mayor actividad. Además, permite plantear experiencias colectivas e incluso conectar con otros elementos digitales del local, adaptándose a las características de cada establecimiento gracias a su escalabilidad.
El dispositivo multiplica las funcionalidades del tradicional grifo de cerveza, punto de referencia en cualquier local de hostelería. Así, gracias a su diseño digital, el iBeer ofrece tres tipos de contenido al consumidor: comunicativo, experiencial e interactivo. Además, aporta valor añadido al dueño del local de hostelería gracias a sus capacidades de medición, geolocalización, gamificación y conectividad.
El iBeer ya está instalado de forma piloto en tres puntos de venta de la Comunidad de Madrid, y durante los días 1, 2 y 3 de diciembre está presente en un espacio efímero en la capital madrileña (LA INDUSTRIAL, C/San Vicente Ferrer 33), abierto de forma gratuita a todos aquellos que quieran acercarse a conocer una nueva experiencia en el arte de tirar la caña. Y, por supuesto, degustarla después.
