En su búsqueda por plasmar al detalle las tradiciones y sabores de las calles del sudeste asiático, Tuk Tuk arriesga con sus nuevas salsas “homemade” de Sweet Chili, una apuesta innovadora que atiende a la máxima fidelidad de este condimento tan popular en Asia, especialmente en China y Tailandia.
Bajo tres variedades, SweetChili Original, Sweet Chili con Mango y Sweet Chili con Cilantro, la marca aúna el mismo concepto de franquicia a través de la creación de sus propias salsas industrializadas.
Dichos condimentos, que normalmente acompañan al pollo asado o a snacks fritos asiáticos del estilo de los rollitos o dim sum, nacen de una receta personal que selecciona con mimo cada ingrediente para preservar con lealtad su esencia natural. Un trabajo estudiado que refuerza la insignia personal de Tuk Tuk y que hace del descubrimiento de sus platos y acompañamientos toda una experiencia gastronómica.
Con sus nuevos sabores se ahonda en los pequeños detalles, conociendo por un lado la tradición, pero también innovando en versatilidad para aderezar cualquier plato. Se pueden probar tanto en un salteado de pollo, y ensaladas, como en pescados y vegetales para lograr captar al detalle el carácter gamberro y divertido tan característico de la cocina asiática callejera.
Unas salsas a un precio de 2,80 euros la unidad, envase de 370 ml, que han sido concebidas para su consumo, tanto en el local como para la venta a proveedores y grandes superficies con el objetivo de hacer esta experiencia lo más universal posible.
