Voll-Damm, la cerveza doble malta elaborada con 100% ingredientes naturales, renueva su imagen para poner en valor sus orígenes.
El nuevo diseño evoca los orígenes de la marca, que nació en 1953 recogiendo la herencia de los maestros cerveceros del siglo XIX. La doble malta cambia de imagen, sin alterar su inconfundible sabor, que la ha hecho merecedora de numerosos reconocimientos a lo largo de su historia.
En la Edad Media, al no existir sistemas de refrigeración, se dejaba de producir cerveza durante los meses de verano porque las altas temperaturas afectaban la correcta fermentación del mosto con la levadura. A finales del siglo XIX, los cerveceros descubrieron que, añadiendo más lúpulo y el doble de malta al último lote –hasta entonces, el del mes de marzo–, conseguían una cerveza con más cuerpo y resistente a los embates del calor. Voll-Damm es una interpretación de este estilo de cerveza.
Voll, en la lengua del maestro, significa lleno, completo. Por eso Voll-Damm es una cerveza completa, llena de cerveza. Voll-Damm es artesanía del paladar, que sabe cómo trabajar y satisfacer el gusto de los que más saben. De aquí el nuevo etiquetaje, que reconoce el paso del tiempo y lo actualiza, haciendo más visibles algunas de las lecciones que daba aquel temible Luis Tosar en un restaurante silencioso. Un trago de Voll-Damm hace que un instante sea un privilegio y eso no se puede cambiar por nada, ni por nadie… “No, amigo, no todas las cervezas son iguales”.
Con doble malta, cien por cien natural, y con cebada sólo de variedades puras y malteada en la maltería de Bell-lloc d’Urgell (Lleida). Con lúpulos amargos de diferentes variedades, que le aportan aquella amargura tan característica. Y también con lúpulos aromáticos, que le añadirán notas cítricas y afrutadas. Agua, malta de cebada, arroz, maíz, lúpulo y levadura. Ingredientes naturales que construyen, paso a paso, una cerveza que hace pensar en la cerveza. Y en su identidad, por eso la nueva imagen de Voll-Damm incorpora, a primera vista, toda la información que necesita un aficionado exigente. Porque, ¿quién no se ha mirado la etiqueta de Voll-Damm justo después de probarla? Ahora, con más motivo.
