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Alejandro Montes abre las puertas del obrador de Mamá Framboise

Alejandro Montes, chef pastelero de Mamá Framboise, abre por primera vez las puertas de su cuidado y mejorado obrador para mostrar el proceso de trabajo y hacer comprender el cómo y el porqué del éxito de sus creaciones.

El ambiente dentro del taller es una nueva experiencia que plasma el espíritu de perfección y equilibrio que luego se refleja en los dulces. La exigencia continua por conseguir los mejores sabores también forma parte del entorno, ya que cada sala es un estudio de la gastronomía que da lugar al siguiente proceso de creación.

Pero no todo gira en torno al dulce dentro del obrador de Alejandro Morales. El local está equipado con salas de descanso, zonas de relax y un largo etcétera de comodidades pensadas para todos sus empleados.

Como el propio Morales explica, entrar en su taller “es una experiencia, y no se puede explicar hasta que no formes parte de ella, es como entrar en un espacio que no esperas para nada y te olvidas por completo de que estamos hablando de un obrador. La gente tiene un concepto muy equivocado de los mismos. Piensan que deben ser naves viejas, sucias, oscuras, donde reina el caos y con un par de capas de harina. Precisamente, eso es lo que busco quitar de la mente colectiva. Detrás del éxito de una empresa, hay mucho que la mayoría de la gente no puede apreciar”.

Un negocio en expansión

Montes es uno de los chef pastelero con mayor trayectoria y proyección de negocio y en apenas cuatro años se ha situado como referente en el mundo de la gastronomía dulce. Su primera pastelería, en la calle Fernando VI, rápidamente se posicionó como espacio gastronómico de referencia en Madrid. Poco después, y debido a su gran éxito, pasó a formar parte del circuito Platea en Goya, donde inauguraron su espacio de dulces y una tienda.

Su última apertura ha sido un quiosco en la T1 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Este nuevo espacio está pensado para ofrecer al cliente una variedad de productos para llevar o de regalo.

El objetivo de Mamá Framboise es llevar la alta pastelería a pie de calle, y Alejandro Montes lo está consiguiendo con este modelo de negocio que en este momento está en plena expansión y evolución. Esta gran aceptación por parte de los consumidores se debe a la calidad de los productos, que reflejan una cuidadísima manera de trabajar: dividir y profesionalizar el trabajo en equipo.

 

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